Kazoku: Haha to Shimai no Kyousei

Las manos del hijo distorsionan y masajean ese voluptuoso cuerpo como si fuera suyo, sin preocuparse por los sentimientos de la preocupada madrastra Otoha.Con las excusas de siempre en sus labios, se deja quitar el negligé sin quejarse, permitiendo que su cuerpo maduro se mueva con cada toque. Sin darse cuenta de la mirada furtiva de Nagisa que espía desde las sombras…Otoha, vestida con un traje, da instrucciones con autoridad a sus subordinados. Su apariencia de mujer seria de carrera, diferente a lo habitual, es imponente y elegante. Durante el almuerzo, cuando no hay nadie más, se sienta en su escritorio y usa sus pies para manipular el miembro de su hijo. Con los pies entrelazados, Otoha muestra una apariencia lasciva que solo ese miembro ve…Habiendo sido penetrada innumerables veces en lo más profundo de su ser, la cordura de Otoha como madre amorosa estaba al borde de romperse…